sometimes, somewhere, it could happen.24




domingo, 22 de mayo de 2011

this is life

Lo dejé todo. Dejé de pasar por ciertas calles por las que nos habíamos cruzado alguna vez meses antes. Dejé el cine, y con ello las palomitas, y todas esas películas en las que se nombrara la palabra amor o el titulo no dijera algo que tuviera que ver con zombies, porque los zombies no se quieren, y esas películas decidí con el tiempo que podía verlas. Dejé de escuchar miles de canciones que me encantaba tararear, porque la mayoría en algún momento de la letra decían algo que inmediatamente me hacía asociarlo contigo, incluidas las de rock. Dejé de comer helados de vainilla, porque siempre me acordaba a aquella vez que se te cayó el cucurucho a los cinco segundos de haberlo pagado y la de la heladería por cortesía te regaló uno. Le regalé dos o tres camisetas que me había puesto miles de veces contigo a mi madre, para que hiciera trapos. Decidí, que la pulsera de bolitas que me regalaste tenía que romperse en algún momento, y un día cojí unas tijeras y la corté, mientras veía todas las bolitas caer y sabía que nunca volverían a estar todas juntas nunca más. Decidí, no volver a recojerme nunca el pelo dejando un mechón hacia delante, porque me acordaba de todas las veces que te habías reido de mí por hacerlo. Y todas las promesas, decidí que quería olvidarlas, teniendo otras más importantes que poder recordar, y a ser posible, que se fueran a cumplir. Nunca más volví a pasar por el portal de tu casa, hasta hace dos meses, por miedo a tener que controlarme delante de quien fuera conmigo, asi que desviaba a mis amigas todo el rato hacia otros lugares. Y no he vuelto a sentarme en el banco número 5 del paseo, el que tiene tu nombre grabado, con un bolígrafo que no escribía de mi mochila y que decidiste robarme. Como muchas otras cosas que te has quedado de mí. Y no me refiero a ningún bolígrafo. Decidí dedicarme a lo que sé de verdad, y dejé las clases de guitarra, a las que me apunté por iniciativa no mía. Y la guitarra, la devolví a su dueño. Y ahora odio el color negro para los coches, y cuando veo un coche negro lo maldigo. Ahora ya no me río tanto cuando como espaghetis. Y nunca más volví a comer esas chocolatinas que adoraba. Ahora ya no creo en la suerte, y muy poco en los prejuicios. Y nunca más he vuelto a tener un subrayador verde. Y ahora, ahora quiero ser libre, y hacer todo lo que me gusta de nuevo, sin miedo a tener que acordarme de lo patoso que eras o como te gustaba la Fórmula 1, ahora quiero volver a reír, soñar, cantar, gritar, y comer helado de vainilla. Porque creo que después de tanto tiempo me lo merezco. Ahora ya nada de lo demás me importa, y quiero la vida que tenía antes de que tú llegaras a ella.

lunes, 9 de mayo de 2011

I'm surprised

Una linea, una raya en un papel, en un lado están las cosas que me salen bien y en el otro del revés. Y lo miro y no puedo comprender porque el lado malo no para de crecer.